El afán de elegancia y afirmación individual mediante el vestido, propio en los años veintes de las elites extranjerizantes, ahora era un rasgo frecuente en las clases medias y obreras.
Dicho de otra forma: el afán historiográfico de recuperar el pasado de la humanidad es el símil actualizado de la repetición de los mitos cosmogónicos.
El resultado es una novela que se descompone en distintos discursos (a veces más fluidos, a veces más ripiosos) intentando escapar cualquier afán de clasificación.