Sabemos por sus cartas, por entrevistas, por aforismos publicados posteriormente, la pasión profana - pero posiblemente también religiosa - que era para él la escritura.
Orador activo, seguro y carismático, es también un narrador con talento para entrelazar anécdotas históricas y personales, matáforas biológicas e incluso aforismos espirituales.