El regaño puede volverse una costumbre, casi una adicción, en la cual incurre el regañón con mucha facilidad y no le permite buscar otras alternativas más creativas de corrección.
Nosotros acostumbramos buscar enfoques y tonos juguetones, que no sea excesivamente regañones, para interesar a la mayor cantidad posible de gente en los temas que abordamos.