Las personas que usan preferentemente la mano derecha son diestras, mientras que las que usan indistintamente las dos manos o piernas son ambidiestras o ambidextras.
Si nos proponemos servirnos de la mano izquierda, nos haremos ambidextros, y, sin embargo, la naturaleza procuraría siempre que hubiera una mano izquierda.
Por lo tanto, decir que la condición de ambidiestro (o ambidextro, ambas son correctas gramaticalmente) es dada por una condición genética estaría demás de mi parte.
En el combate, se destacaba entre sus hombres por su impetuosidad y arrojo temerario, y también porque era ambidextro y usaba alternativamente las dos manos para manejar la espada.