Su padre, que deseaba hacer de él un brillante político, lo hizo estudiar varios idiomas modernos, aprender música, artes y detalles de la vida caballeresca.
Hombre de su tiempo, sintió profundamente el ideal caballeresco, síntesis medieval, y por ello profundamente europea, de virtudes cristianas y de virtudes civiles.
Su intención burlesca, desvalorizadora, toda su carga irónica, no sólo va dirigida hacia el género caballeresco, también siente como enemigos a sus cómplices, los lectores.