La próxima generación de adultos analfabetos serán los que no pueden desaprender, desescolarizarse o desprogramarse a sí mismos del pensamiento convencional.
Hay que desprogramarse de las creencias para poder actualizarse con frecuencias obtenidas de nuestras experiencias, que es lo que nos permitirá transcender.
Esta programación es fuerte, aunque no se perciba al principio, se esta desprogramando la configuración que llevan impresa los dispositivos biológicos.