Queríamos hablar, queríamos decir que nuestro pan no es suficiente, que las pocas monedas ganadas no bastan para curar los brazas lastimados, las manos encallecidas.
Los modales no debían ser una pátina sobre las acciones de un adulto ya encallecido, sino una base sobre la cual el niño pudiera edificar una buena conducta.
Carlos, además aportar inspiración y sensibilidad para crear una obra, ha encallecido sus manos interpretando su música, la que constituye el patrimonio de sus hijos.
La anciana, cuya dureza no excluye un gran dolor, personifica el sector más arcaico, encallecido por los golpes que el progreso ha asestado a una tradición que considera sagrada.