Su gran capacidad de observación lo llevó a descubrir en 1883 un fenómeno de ennegrecimiento que se producía dentro de las bombillas o lámparas incandescentes.
Otra reacción química sospechosa de ser una de las causas del envejecimiento es la reacción de ennegrecimiento que tiene lugar entre la glucosa y las proteínas.
Pero cuando se mira con cuidado, se descubre que cada uno tiene un fallo: alguna deformidad, una protuberancia, un grano, una secreción por el pedículo, un ennegrecimiento de la piel...
Minutos después, examinámos la lámina después de retirar la masa que se formó y el respaldo respaldo de la misma, y no se obsevó ni siquiera el mas leve ennegrecimiento.