Quizá por ese motivo vuelan por los aires tantos vínculos matrimoniales, esclerotizados por la erosión del tiempo, el aburrimiento mutuo o el desamor infiel.
Y por consiguiente experimentaremos una gama de sentimientos, impresiones y sensaciones completamente nueva, que es la opuesta a la naturaleza esclerotizada de la mente.
Son profesionales que nunca se juegan nada, y sus méritos para seguir siéndolo suelen ser la astucia y el pasilleo, sobre todo en partidos tan esclerotizados como el nuestro.