A lo largo de los años este gran afán lexicográfico lo impelió a coleccionar cantidades de neologismos, fueran ellos americanismos, peruanismos, limeñismos o españolismos.
Luego mis 24 secretos compañeros, sus voces de acentos dispares, sus mexicanismos y peruanismos y ecuatorianismos y colombianismos, y todos los ismos posibles y combinables.