Aunque la contrición y la confesión borren el reato de la culpa, no desaparecen, sin embargo, la inmundicia corporal y la distracción de la mente que acompañan a la polución.
Insomnio, algias, depresión, mal humor, problemas digestivos, ambientes familiares agresivos, son apenas unos ejemplos, en donde una de sus causas, pueden estar dadas en la polución ambiental electromagnética nociva.