El subcontinente sigue ofreciendo, ahora al capital global, fuerza de trabajo barata, empobrecida, discriminada, exhausta, muchas veces bruta, victimizable.
Uno a uno, todos los países del subcontinente adoptaron la fórmula neoliberal basada en privatizaciones y un discurso empresarial de individualismo y ventas.
En ella participaron equipos de agrimensores (topógrafos) que midieron cada palmo del subcontinente con cadenas métricas, triangulaciones y teodolitos.